viernes, 28 de noviembre de 2014

¿Pequeños remedios a grandes males?

La sabiduría de nuestros mayores a veces está tan mal aprovechada que claro así nos va. En este tiempo de crisis económica siempre me viene a la mente la famosa entrevista que la televisión hizo a dos abuelitos sorianos. Uno de ellos decía que su nieto iba a la universidad a estudiar economía. A tal vocación económica, el abuelo le decía algo así como: “la economía es algo tan simple como que si tienes o ganas cinco pesetas, tienes que gastarte una peseta y ahorrar cuatro; ahora si tienes cinco pesetas y te gastas seis ahí se acabó la economía”.

Al hilo de esto, ayer por la tarde al salir de la catedral de Jaén, donde me encontraba buscando papeles viejos en el archivo diocesano, decidí meterme en un pequeño bar aledaño para poder tomar un café caliente y de paso protegerme del fuerte viento que cada año visita la plaza de la catedral. Entre sorbo y sorbo al café, delicioso por cierto, puse atención a como dos abuelos, palabra hoy políticamente incorrecta, aunque me niego a usar eso de personas mayores, discutían entre sí al hilo de una noticia que había aparecido en el televisor sobre el plan económico mesiánico del partido Podemos, “el del tío de la coleta” que muchos dicen.

En esa conversación uno de los abuelos decía que estaba harto de políticos corruptos, ladrones y sin vergüenzas, que éste de Podemos no era más que otro listo que venía a hacer más de lo mismo. Mientras tanto su compañero de mesa le decía que esto nuevo del chico de Podemos le sonaba a eso de querer decir lo que la gente quiere escuchar. Con tremenda sensatez y cultura, algo que no se estila últimamente en la piel de toro, decía este último que de populismos el mundo estaba y había estado servido. Proseguía diciendo que si la solución para salir de la crisis que ofrecía Podemos fuera así de simple, ya la habría cogido Rajoy. No se creía que el gobierno efectuara recortes y diera por saco constantemente así porque sí. ¿Digo yo que cuando uno manda lo que quiere es que le sigan votando?, decía.


Tras ello el otro abuelo intervino, diciendo que esto “en lo que nos metieron los socialistas” se tiene que arreglar pero “dándole muchas vueltas a la cabeza”. Señalando a la catedral y tras beber un sorbo del licor que tenía su vaso, decía que los de Podemos son del estilo de esas personas que ven una grieta en un edificio como la catedral y se dedican a taparla para que no se vea en lugar de arreglarla cueste lo que cueste para que así dicha grieta no se haga más grande y no acabe por tumbar el edificio. Desde luego no le faltaba razón. A lo largo de la Historia hemos visto muchos mesías que iban a hacer resurgir naciones y todos conocemos cómo acabó la cosa. La decadencia de las democracias occidentales tras la Primera Guerra Mundial trajo consigo el origen de populismos de corte autoritario como el fascismo o el comunismo. El bipartidismo de la España de la Restauración acabó con la Dictadura de Primo de Rivera. Y así podríamos seguir cintando más casos. Creo que hoy seguimos con lo mismo. No aprendemos de la Historia por mucho que nos la enseñan. Es lo que tiene aprender la cosas de memoria para soltarlas en un examen, en lugar de mostrarlas razonadas.